BREVE HISTORIA
Su población es de 2.418 habitantes, de los cuales 1.195 son varones y 1.223 mujeres. Se estima que el número de habitantes aumenta en 1000 en periodos vacacionales. En la actualidad, se mantiene la actividad tradicional de trabajar con esparto.
Esta villa y sus contornos están presentes desde la época de la prehistoria, ocupado ininterrumpidamente hasta la conquista romana. Su importancia radica en su especial situación clave del camino de Andalucía. También se dio la presencia de visigodos y musulmanes en esta fortaleza natural. San Ildefonso predicó en ella el Evangelio, y durante la dominación árabe recibió este pueblo una gran importancia estratégica. Por orden de Alfonso VI, y poco después de la Reconquista de Toledo, fue esta villa tomada por los caballeros de San Juan, a cuya Orden perteneció. Más tarde, en 1212, sus hijos se distinguieron en la batalla de Las Navas de Tolosa, mereciendo por ello la distinción de sus armas de bordadura azul con ocho aspas de oro, así como el título de la Muy Leal, concedido por Alfonso VIII. Anteriormente, en el año 1210, fue concedida por Alfonso VIII al príncipe heredero don Fernando. En tiempos de la Guerra de la Independencia tomó parte activa por ser enclave importante en la ruta hacia Andalucía.
TURISMO
DONDE COMER
FESTIVIDADES DESTACADAS
CURIOSIDAD LOCAL
En 1941, como protesta por el trato de la Inquisición, decidieron dar un escarmiento a los cristianos. Para ello contactaron con un brujo residente en La Guardia, que les reclamó un corazón y una hostia consagrada.
Los judíos secuestraron a un niño y lo torturaron, simulando el tormento que Jesucristo tuvo que pasar. El niño, por su parte, aguantó el suplicio sin llegar a quejarse ni emitir ninguna lágrima, para sorpresa de sus torturadores. Finalmente, lo crucificaron, siendo el propio niño quien, con una enorme templanza y voz desfallecida, indicó a los judíos donde se encontraba su corazón.
Una vez tuvieron los objetos necesarios para su hechizo uno de ellos los llevó dirección a la Aljama Mayor de Zamora y por el camino paró en Astorga. Fingiendo ser un devoto cristiano se acercó a la iglesia, donde un resplandor procedente de su libro sagrado inundó el recinto y salió huyendo. A raíz de este suceso la Inquisición detuvo a los judíos.
El corazón del niño había desaparecido, quedando su marca en el libro junto a la hostia consagrada. Esta hostia quedó a buen recaudo en el convento de Santo Tomás y, en 1599, ante una plaga de peste, se sacó en procesión y la peste remitió.
En La Guardia, los restos donde se enterró al niño desaparecieron, quedando únicamente el capotillo y los calzoncillos con que fue enterrado.
El suceso fue tildado de milagro y en su honor se celebran las fiestas patronales en septiembre.